Sin la melodía de un adolescente
Es mi piel, la que sospecha
Estar ajada y floreciente
Para iniciar la aventura
De dos locos,
Afanosamente fragantes
Entre la vida y la muerte.
Cuando digo que te amo
Sin testigos ni estridencias
Pongo a prueba mi conciencia
Como un pájaro en pleno vuelo,
Veo en tus ojos mi cielo
Y en el llano, la prudencia.
Y si aceptas mi incordura
Las flores que no he cosechado
Mis olvidos sin remedio
O el sabor de mi pasado,
Es posible un largo viaje
Juntos, quejosos y de la mano.
Rita Mercedes Chio
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